Existen dos características que definen al Trastorno de Identidad Disociativo:
• Presencia de dos o más identidades o estados de personalidad claramente identificados, también llamados alter, que tienen formas diferentes de relacionarse con el mundo y que se alternan en el control del comportamiento del individuo.
•Las diferentes personalidades sufren lapsus de memoria y, en general, no recuerdan información sobre las demás personalidades. Esta amnesia es generalmente referida como “tiempo perdido” ya que los pacientes tienen la sensación de lapsos de tiempo de perdidos. Una característica importante de los períodos amnésicos es que no son uniformes entre las diferentes identidades; una personalidad puede saber cosas que no sepan las demás.
Se estima que aproximadamente el 3% de los pacientes ingresados en las unidades psiquiátricas hospitalarias sufren trastorno de identidad disociativo y que afecta 9 veces más a las mujeres que a los hombre.
Entre los signos y síntomas más comunes podemos encontrar:
•Disociación: episodios con lapsus de memoria especialmente significativos si se producen en eventos importantes de la vida personal y familiar, como nacimientos, bodas, etc.
•Ser acusado de mentir a menudo pero no reconocerlo. Por ejemplo, decirle que hizo cosas pero no recordarlas o recordar otras.
•Experimentar saltos en el tiempo o el espacio. Por ejemplo, encontrarse en un lugar sin saber como se ha llegado.
•Tener cosas sin recordar como se han obtenido.
•Encontrarse con un desconocido y que parezca conocerle como otra persona, llamarle con nombre diferente, etc.
•Oir voces internas y conversaciones entre otras personas dentro de sí mismo.
•No reconocerse a sí mismo en el espejo.
•Sentirse irreal (desrealización).
Con todos estos signos, la vida de los pacientes con TID suele ser muy caótica. Suelen aparecer episodios de depresión y ansiedad severa.
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